Parece harina pero no lo es. El almidón de patata forma parte de la familia de los almidones y se presenta en forma de un polvo blanco muy fino. Inodora, sin gluten y muy apreciada en la cocina, la fécula de patata se utiliza en preparaciones dulces con levadura, como muffins, bizcochos, tartas y donuts, pero también para espesar salsas y jugos.
Como su nombre indica, el almidón de patata se obtiene del versátil tubérculo del que se extrae el almidón, se seca y se tritura hasta formar un polvo blanco muy fino. Compuesto mayoritariamente por hidratos de carbono y un pequeño porcentaje de proteínas, el almidón de patata se caracteriza por una gran capacidad de absorción de líquidos, lo que lo convierte en un excelente espesante. Sin embargo, en la cocina se utiliza sobre todo por su capacidad para dar una consistencia suave y esponjosa a las preparaciones con levadura.
Antes de ser traída a Europa a finales del siglo XV, la patata era conocida, cultivada y extendida en América del Sur, y de allí también proviene la tradición de utilizar almidón en preparaciones alimenticias. Gracias a sus propiedades y a su sabor neutro que lo convierte en un campeón de la versatilidad, el almidón ocupa hoy un lugar de honor entre los almidones más utilizados en Europa. En particular, el almidón de patata contiene amilopectina, un azúcar que ayuda a regular la actividad intestinal y también es un alimento útil para facilitar la recuperación de energía tras una intensa actividad competitiva gracias a los azúcares simples que lo componen. También ofrece beneficios en el cuidado de la piel, regulando la producción de sebo y realizando una acción calmante.
Como se mencionó anteriormente, el almidón de papa se usa principalmente en la cocina, donde puede reemplazar a otros ingredientes. Por ejemplo, gracias a su capacidad espesante se puede utilizar en lugar de huevos, utilizando una dosis de aproximadamente dos cucharadas de almidón por cada huevo, o se puede utilizar en lugar de harina de trigo para acelerar la fermentación de masas dulces y saladas. Gracias a sus características y a la neutralidad de su sabor, la fécula de patata es, por tanto, un ingrediente muy versátil en la cocina, que se adapta bien a diferentes preparaciones, desde salsas hasta tartas saladas, pasando por flanes y natillas.
Sin embargo, el almidón de patata no sólo es apto para uso culinario, sino que también es un excelente aliado para la belleza y el cuidado personal. De hecho, con la adición de agua y aceite de almendras se puede utilizar para preparar una mascarilla nutritiva para rostro y manos agrietadas, o se puede mezclar con polvos para matificar y eliminar el molesto efecto brillante en la zona T de la piel. rostro.
En definitiva, el almidón de patata -en el catálogo de Ar.pa Lieviti desde hace muchos años- representa un recurso de casi 360° no sólo para dar la consistencia adecuada a las preparaciones sino también para cuidar el organismo.